Cuando nos disponemos a vender o a comprar una propiedad hay infinidad de cuestiones que nos deben preocupar: que el precio sea correcto, cómo debe ser el contrato, qué proceso legal hay que seguir… No tenemos porqué saber de todo, es cierto. Y mucho menos sobre el mercado inmobiliario. Pero, precisamente por eso, lo aconsejable es recurrir a un profesional para llevar a cabo el proceso de manera segura y no perder dinero. En este caso, la figura del consultor inmobiliario es justo lo que buscamos. Enrique Salar - Consultor inmobiliario[/caption] Pero, como pasa en otros muchos ámbitos, no todos los profesionales son de confianza. Antes de contratar a alguien, asegúrate que esté colegiado y pide referencias para contrastar su trayectoria.
Evidentemente, su trabajo no consiste en colgar en la puerta de tu propiedad un cartel de SE VENDE y colgar las fotos de tu propiedad en internet. Para eso, no hace falta pagar a nadie. Un consultor inmobiliario debe convertirse en tu asesor dentro del mercado inmobiliario y debe orientarte en cuestiones muy importantes: Fijar el precio de venta: Este debe ser competitivo y ajustado a los precios del mercado, que él debe conocer o investigar. Tener una propiedad invendible por su alto precio o perder dinero poniéndolo en el mercado como una auténtica ganga no tiene ningún sentido. Asesoramiento legal: imprescindible en una operación de compra-venta de inmuebles. Si él mismo no es abogado, debe tener alguno a su servicio para este tipo de operaciones. De ello depende que la documentación esté en regla, las ofertas sean legales, y que los contratos y los trámites notariales cumplan la normativa. Asesoramiento económico: tu consultor inmobiliario debe estar preparado para asesorarte sobre créditos inmobiliarios. Además, debe trabajar para que los trámites sean ágiles y eficaces con la entidad bancaria con la que decidas trabajar. Cuidar tus intereses: este profesional debe velar por ti. Por ello debe tener conocimientos sobre arquitectura, calidad, atención al cliente, negociación, garantías de contratos… Promocionar tu propiedad: en todas las formas posibles, no solo con el cartel de SE VENDE. Debe disponer de canales suficientes para buscar compradores y mover la venta de tu propiedad en el mercado. Ofrecerte todas las garantías: esto se hace a través de un contrato que debe firmar contigo, donde se especifica el tiempo durante el cual se encargará de vender tu propiedad, cuáles son sus obligaciones, las comisiones que recibirá, etc.
[AdSense-A] Aunque cada profesional fija sus honorarios, las comisiones que recibe por la venta de un inmueble suelen estar entre el 4% y el 6% del precio de venta. A esta cantidad debes añadirle el IVA, ya que obligatoriamente debe hacerte una factura. Cuidado con las estafas, muy habituales en el mercado inmobiliario. En este sentido, ten en cuenta que, a veces, lo barato sale caro. Y es mejor hacerlo todo de manera legal, aunque resulte más caro, para garantizar la seguridad de la operación y evitar fraudes. Estás poniendo tu propiedad en sus manos, con lo cual la profesionalidad y la seguridad son valores a tener en cuenta.
[AdSense-A] Si no conoces ni tienes referencias directas de ningún profesional, a la hora de seleccionar a tu consultor inmobiliario debes guiarte por algunos aspectos que te detallamos a continuación. Fíate de tu instinto: tu consultor debe ajustarse a tus necesidades, no tú a las de él. Por eso, cuando contactes con alguno valora la atención que te presta, si contesta siempre a tus llamadas o correos, si tiene una oficina física donde buscarlo, si dispone de equipo, si muestra interés por lo que te preocupa y por tu propiedad… Exige una atención integral: debe valorar la vivienda, ayudarte a fijar el precio, redactarte los contratos, conocer el mercado inmobiliario, disponer de servicio de fotografía, tener acceso a plataformas de promoción de inmuebles… Exige que planifique la venta: debe decirte de antemano qué técnicas y medios va a utilizar para vender tu inmueble. Desde herramientas de marketing inmobiliario hasta redes sociales, pasando por publicidad y plataformas inmobiliarias. Si deja todo esto a la improvisación, no es una buena señal. Debe estar asociado u ofrecerte referencias de otros clientes: ante un profesional que no conocemos, necesitamos garantías. Normalmente los consultores inmobiliarios están asociados o colegiados. Si no es así, pregunta sobre operaciones anteriores que haya realizado y pide referencias. Si no tiene nada que esconder, no tendrá problemas en facilitártelo. Si tu consultor inmobiliario cumple estos requisitos, te moverás como pez en el agua por el mercado inmobiliario.