Si tienes la intención de comprar una casa o alquilar un piso durante este año 2019 debes saber que los precios, la construcción de inmuebles de obra nueva y la compraventa crecerán a la largo del año, eso sí, a un ritmo más suave que hasta el momento.
El sector inmobiliario lleva un tiempo creando otro nuevo debate, y es que la posibilidad de que estemos ante una nueva burbuja inmobiliaria de diferentes características a la que vivimos en plena crisis está presente desde buena parte del 2018. Durante el pasado año las cifras en compraventa y alquiler de viviendas fueron bastante reveladoras, y es que 2018 dejó un octubre con la compraventa de 43.536 inmuebles, la cifra más alta en la última década. El ritmo de la subida de los precios es de aproximadamente el 7%, y la creación de empleo en el sector de la vivienda crece por encima de otros oficios, con un 22,1% de puestos de trabajo más que el año anterior según los datos de la plataforma de recursos humanos Adecco.
Las empresas dedicadas al sector tienden a ser escépticas ante la posibilidad de una nueva burbuja y una de las razones para planteárselo es que en este 2019 todo apunta a una pérdida del ritmo vertiginoso que se viene gestando este último año. Los datos afirman que la expansión de la oferta será menos masiva, la demanda se frenará y los precios dejarán de crecer a la velocidad a la que últimamente estamos acostumbrados.
El inicio de este 2019 viene con un pasado reciente controvertido en cuestión de alquiler y algunas incertidumbres de cara al panorama del sector inmobiliario para el futuro próximo.
Uno de los motivos para este desconcierto con el que se inaugura una nueva etapa es el recorte de las previsiones de crecimiento de la economía en España, según Funcas con una variación media anual del 2,6% en 2018 y del 2,2 en 2019. Con el efecto directo del retroceso de la confianza de los consumidores y las posibilidades con las que empiezan a ver en mercado, de manera un poco más hostil.
El acceso a la compraventa o alquiler de una vivienda por parte de los consumidores más jóvenes se ve limitado desde hace años y es un problema al que plantar cara en este nuevo periodo, que probablemente se verá representado en la subida de los tipos de interés. Aún así, se ven al alza los precios del suelo y los costes generales de construcción de vivienda, siendo más evidente en localidades muy determinadas o grandes urbes.
Se cerró el año 2018 como el quinto año de crecimiento consecutivo en los precios del sector del inmueble en España, con la previsión de los expertos en una continuidad de la tendencia en la compraventa del próximo año, más acusada en términos de venta, y posiblemente a una velocidad menor.
Según la consultora especializada CBRE la subida estará entre el 3% y el 4%, con una continuación de la expansión en el terreno inmobiliario pero con un crecimiento más moderado, tal vez más realista, que el ritmo del que venimos. La desaceleración económica hará su papel regulador y la progresión seguirá estable.
Los focos de atención seguirán puestos en las ciudades con mayor potencial turístico, especialmente las costeras, y las grandes urbes, ya que son las más afectadas por la falta de obra nueva lo que provoca constantes subidas en el alquiler o el precio de compraventa, muy visiblemente en zonas céntricas de grandes urbes o barrios a pie de playa en áreas turísticas.
En este último caso los pisos de alquiler vacacional tienen también un papel muy protagonista, ya que tienden a remover los varemos del mercado inmobiliario de diferentes maneras. En las áreas metropolitanas como Madrid o Barcelona el crecimiento será muy probablemente el que se viene notando hasta ahora, ya que el control de precios en estas zonas de acceso limitado a la vivienda se ve muy determinado por otro tipo de políticas y medidas a largo plazo, con un impacto menos inmediato en el comportamiento del sector.